jueves, 11 de junio de 2009

Plegaria al líder carismático, Führer.

Antes de la comida
"¡Führer, mi Führer, concedido a mí por el Señor!
¡Protégeme y resguárdame mientras viva!

Tú has salvado a Alemania de la más profunda aflicción.
Hoy te doy gracias por mi pan cotidiano.
Estate mucho tiempo junto a mí, no me desampares
¡Führer, mi Führer, mi fe y mi luz!

¡Hei, mein Führer!

Después de la comida

Gracias a ti por esta generosa comida.
¡Protector de la juventud y de los ancianos!
Sé que tienes desvelos, pero no te inquietudes.

Estoy contigo día y noche, descansa tu cabeza en mi regazo.
¡Ten, mi Führer, la seguridad de que eres grande!
¡Hei, mein Führer!

Plegaria de los niños de Colonia antes y después de las comidas.

"Adolf Hitler es nuestro salvador, nuestro héroe."
Estribillo de la canción a Hitler en la escuela.



El texto que vamos a analizar, titulado Plegarias de los niños de Colonia antes y después de las comidas, hace referencia al culto del líder carismático (Hitler) que se impuso en Alemania.

Los niños estaban obligados a realizar oraciones antes y después de sus comidas, donde alababan al Führer, y le daban gracias por todo lo que tenían ya que se lo debían a él, como cita en el texto: “Hoy te doy gracias por mi pan cotidiano” y “Gracias a ti por esta generosa comida”. También le ofrecían su persona para protegerlo. En el texto lo cita como: “Descansa tu cabeza en mi regazo”. Según decían en sus oraciones, era el salvador de Alemania y por eso le pedían que les protegiera. Sus oraciones siempre eran acabadas con la frase: “¡Heil, mein Führer!”.

Este texto corresponde al estricto control social, donde el Estado fascista organizaba la vida cotidiana, las costumbres, la cultura e incluso la educación de los más jóvenes.

El control social era una doctrina del totalitarismo alemán, como se hace énfasis en el texto a las oraciones de los más pequeños. Además los obreros debían estar afiliados al Partido Nacionalsocialista, puesto que el Estado no toleraba ningún tipo de oposición. Debido a este totalitarismo, los individuos no tenían derechos ni libertades. Y por lo tanto no podían haber sindicatos que se opusiera al Estado, ni agrupaciones de obreros.



Adolf Hitler se introdujo en Alemania cuando se inscribió al ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Pasó a la política con el ingreso en un pequeño partido ultraderechista, del cual tardó poco en convertirse en dirigente principal. Durante un año y medio estuvo en la cárcel y escribió un libro titulado Mi lucha, donde plasmaba sus ideas políticas. La crisis económica de 1929 le hizo nombrarse entre la población y ganar peso electoral hasta que se hizo confiar por el gobierno. Una vez canciller destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura, además de hacerse nombrarse Führer. Después de su vida política y llevar a Alemania a la catástrofe se suicidó en el bunker de la cancillería de Berlín.


miércoles, 10 de junio de 2009

¿Somos dignos de ser libres?, Ana Estupiña Sánchez

ANÁLISIS FORMAL
¿Somos dignos de ser libres?, de la autora Ana Estupiña Sánchez, es una novela introducida en el libro Lecturas para estrenarse en ética. Es una profesora valenciana de Secundaria y Bachillerato licenciada en Filosofía.
Este lib
ro consta de siete novelas diferentes con sus respectivos autores. Cada novela trata de diferentes asuntos como la libertad, el problema de la existencia, la felicidad, el amor, la igualdad, la justicia o el sentido de la vida considerado desde la perspectiva de su final.
Esta novela es corta y sin cap
ítulos, agrupando contenidos filosóficos, donde reflexiona sobre la libertad, si el ser humano la tiene, y hasta qué punto puede depender de ella. La desarrolla a través del pensamiento filosófico de algunos pensadores como Descartes, Kant, los deterministas, y otros. Además hace referencia a una lectura de John Stuart Mill explicando su pensamiento sobre ésta misma.
Es un texto narrativo-argumentativo protagonizado por una adolescente que se interesa por el tema de la libertad y que le llevará a descubrir una nueva visión de la vida a través de la filosofía y con la ayuda de un universitario.
Está tratado en un tono divulgativo, es decir, con un léxico sencillo y claro, puesto que está pensado para lectores que acceden por primera v
ez a este tipo de novelas. La narradora de la historia es la misma protagonista que desarrolla sus problemas filosóficos con relación a su vida cotidiana.

ANÁLISIS DEL CONTENIDO
La protagonista de esta novela es una adolescente de diecisiete años que, debido a su situación familiar, se plantea la libertad que nos pued
en conceder los padres, y más tarde la visión general de este término, la libertad.
Para ella la libertad significa dependencia, la sumisión a la autoridad, las obligaciones..., es decir, nadie es libre, debido a que vivimos en una sociedad que dependemos unos de otros.
Se había preguntado si la verdadera libertad es la de los animales, pues son independientes y no se rigen de unas reglas, sólo siguen sus instintos, pero los humanos no podemos comportarnos así, tenemos que elegir, nuestras respuestas son abiertas y nuestra vida tiene más posibilidades, por lo tanto dedució que la libertad humana consiste en escoger. También es una sensación agradable de hacer lo que te apetezca y te hace sentir bien. Pero en cuanto a la libertad como pensamiento, no es absoluta, porque ésta está influenciada por la sociedad en que vivimos, la educación
, los libros, etc, y pensamos a través de las cosas que conocemos y de las experiencias que tenemos. Además, había otra cuestión, la libertad de pensar, de querer cosas y de hacer proyectos, el cual nombraríamos libertad interna, y la libertad de hacer cosas para realizar ideas o proyectos que dependen de las condiciones sociales, son las llamadas libertades externas.
A la protagonista le había llamado la atención el caso de Diógenes el cínico. Este filósofo también se había cuestinado el tema de la libertad. Como la sociedad es dependiente se fue a vivir alejado de ella para vivir como los anilmales, puesto que ellos son libres, y así poder obtener total libertad.

En la lectura se nombra a los deterministas, que niegan la libertad. Piensan que la conducta humana está totalmente determinada por una serie de causas y que por lo tanto, no actúan libremente, sino movidos por esas causas. Según ellos todos los fenómenos del universo están regidos por leyes inexorables.
Dos filósofos que tienen ideales muy parecidos a la protagonista son Descartes y Kant.
Descartes defendió el mecanicismo para la sust
ancia extensa, es decir, para todo aquello que es material que ocupa un lugar, y la libertad la defendió para la sustancia pensante, la que no tiene cuerpo.
Afirmó que los animales son muy perfectos, máquinas muy perfectas. Por tanto, como toda sustancia extensa no son libres. Pero en
cuanto al ser humano, a pesar de ser un cuerpo material también es una sustancia pensante, puesto que pensamos. Esta mezcla de sustancias se llama dualismo.

En definitiva, si el cuerpo
se rige por leyes mecánicas y el alma piensa, entonces hay comunicación entre alma y cuerpo, y el alma actúa sobre el ser humano con acciones voluntarias y libres, y no mecánicas. He aquí la diferencia entre animales y personas.


En cambio Kant, a pesar de defender la postura dualista era diferente con respecto a Descartes. Habló del mundo fenoménico, los fenómenos sometidos a leyes causales y por tanto no libres, y del mundo nouménico, la voluntad humana que actúa por leyes diferentes y por tanto da libertad. A diferencia de Descartes que utilizó el término alma para la libertad de los humanos, Kant utilizó la razón, ya que afirmaba que la existencia del alma tenemos que creerla y no se puede demostrar, mientras que la razón es incuestionable.
La razón se manifiesta en dos usos: el uso teórico, hace posible el
conocimiento del mundo, y el uso práctico, hace posible la moral. Si el ser humano es un ser moral, es porque su razón práctica le proporciona tales leyes morales y por tanto es libre, porque para Kant la libertad consiste en la autodeterminación.
En resumen, alguien que actúa siguiendo sus impulsos e inspiraciones no es libre, puesto que su conducta le orienta hacia las cosas externas que suscitan esos impulsos, mientras que aquella persona que sigue las le
yes morales es libre porque se guía por su propia razón.
Por otra parte estaban los existencialistas. Pensaban que no existía Dios y que por tanto no habían normas que guiaran la conducta del ser humano. "El hombre tiene que guiarse por sí mismo, y lo tiene que hacer desde la libertad". De esta manera cada uno es responsable de su vida, porque sólo él ha ido escogiendo. Todo esto puede tener consecuencias, puesto que vivimos en una sociedad donde aquel que uno hace repercute a los demás.
Éstos no negaban las condiciones que tenemos para elegir, pero no quiere decir que se anule la elección, porque aunque hayan pocas posibilidades siempre escogemos. Y también les parecía muy mal que la gente se deje llevar por la sociedad y por las normas, y que no sea el decisor de su vida.

ANÁLISIS CRÍTICO
En este texto, de Ana Estupiña Sánchez, se hace referencia a muchos puntos de vista sobre la libertad, tanto el modo extremo de ella, como el caso de Diógenes, o que simplemente no existe.
Desde el punto de vista en que lo vio Diógenes, es un tanto extremista, puesto que para obtener la libertad no es necesario irse a vivir como un perro. Según él libertad era eso, la vida de los animales, pero los humanos no somos animales, razonamos, y eso es lo que nos diferencia de ellos. Si seguimos su filosofía lo único que conseguiríamos sería retrasar años y años de avances en la humanidad, sería volver a empezar como en la prehistoria. Supongo que hoy en día, nadie estaría dispuesto.
Los existencialistas tuvieron otras ideas muy diferentes entre ellos. Negaban la libertad, pensaban que la conducta estaba regida por unas causas y que actuábamos según ellas. Para mí son muy pesimistas, puesto que puedes ser libre, ya que elegimos nuestro camino.
Descartes defendió la libertad para aquello que no tiene cuerpo (sustancia pensante) y el mecanicismo para lo que ocupa un lugar (sustancia extensa). Pero a pesar de defender que los animales son máquinas, puesto que ocupan un lugar, los seres humanos somos sustancia extensa y pensante, ya que pensamos, lo que se llama dualismo.
Kant hablaba de los fenómenos sometidos a leyes y de la voluntad humana que actúa por leyes. Los fenómenos sometidos a leyes son los animales, que actúan por impulsos, y los humanos que sigue las leyes morales.
Los existencialistas
pensaban que no existía Dios y que por tanto no habían normas que guiaran la conducta del ser humano.
En mi opinión, cada uno de ellos tienen un pensamiento muy cerrado y rotundo. Todos tienen razón pero a la vez ninguno la tiene. Por ejemplo, Diógenes podía pensar que vivendo como los animales sería libre, y tiene razón pero los humanos no podemos vivir como ellos, sería retrasar los avances de cientos de años. Desde mi punto de vista, Descartes es el que más se acerca, puesto que no niega la libertad ya que elegimos y pensamos para ello.
La libertad existe, de una manera u otra. La sociedad es dependiente, pero si compartimos e intercambiamos como hasta ahora es una táctica que nos aprovecha.